NAVIDAD – TOPONÍMIA INDÍGENA LOCAL Max Suckel


Se denomina toponimia al estudio del origen y significado de los nombres de lugares geográficos. En nuestra región, como en el resto del país, se han conservado numerosos términos del mapudungún, lengua natural del pueblo mapuche y que se extendió al norte y al sur de la zona de ocupación netamente araucana, o sea, rebasando las fronteras de los ríos Biobio y Cautín.

Dr. Max Suckel Orellana / San Antonio 2011
Médico-veterinario / Historiador

Moesbach_PascualKoña También en nuestra toponimia se encuentran voces quechuas, aymaraes, cunzas o atacameñas que responden a la ocupación del inca en estas tierras y que en su conjunto dejaron su impronta lingüística, al menos, en lugares y accidentes geográficos, algunos de los cuales exponemos en estas líneas y cuyo significado hemos revisado en nuestras fuentes de información, como son, entre otros, los diccionarios escritos por Fr. Ernesto Wilhelm de Moesbach por Fr. Felix de Augusta y además en un vocabulario propio y procedente de diversos orígenes.

Valoramos que se conserven hasta ahora esas denominaciones en nuestra toponimia, por suerte la modernidad no los ha tocado. Queremos pensar que esa aparente indiferencia sea un signo de respeto por los pueblos que ocuparon estos territorios en tiempos pretéritos y que nos dejaron, entre otras cosas, los nombres de algunos lugares cuyo significado no conocemos, ni menos, imaginamos lo que nos dicen. En este trabajo, sobrepasaremos en algo los límites estrictamente comunales, nada ni nadie lo impide, actuaremos con la libertad del antiguo habitante de estas tierras cuyas únicas fronteras eran los accidentes geográficos y el horizonte.

A manera de contribución damos algunos significados: Bucalemu-butalemu: bosque grande; Chalaco-chala-co: olla para buscar agua; Huehuinca: donde el blanco; Licancheu-licanquen: piedra pedernal negra; Litueche: gente de tierra blanca; (cerro) Polcura: tierra amarillo rojiza usada para teñir de amarillo pálido; Pucalan: los renuevos; (los) Queñes-queno, queñi: atados, hacecillos de paja; Rapel: barro de greda negra; Rucatalca: casa ruidosa; (loma) Talca-thalcan: ruido sordo, trueno; Topocalma: tupun-kulman, lamer-lamido y azotado, seguramente por los altos farellones que allí se encuentran. Tumán-tumanñ: tomar algo; Ucuquer-tucúquere: onomatopeya del buho grande (Bubo virginianus).

tucuquereAsimismo, en nuestra toponimia se conservan algunos nombres, en lugares o accidentes geográficos, de especies autóctonas de la flora y fauna, existentes en lejanas épocas, y hoy casi extinguidas, al menos en estas latitudes: Chépica: una maleza (Agrostis capilaris); (alto los) Colihues: Chusquea quila; (el) Culenar: culén (Psoralea glandulosa); Fullingue-funa: podrido- lingue: (Persea lingue), término usado por el estado y olor de la corteza del lingue después de usado en la curtiembre; (cerro) Guanaco: (Lama huanaco); (el) Macal: terreno poblado de plantas de maqui (Aristotelia chilensis); (el) Maitén: (Maitenus boaria, Mol.); (loma los) Molles: (Schinus molle Mol.); (la) Pataguilla-patagua: (Crinodendron patagua, Mol.); Paulun-voqui-paulun: arbusto trepador (Hydrangea serratifolia); (cerro) Pirihuines: se refiere al parásito distoma hepático (Fasciola hepatica); (el) Piuchén: vampiro chileno (Desmodus rotundus); (los) Pololos: pelu-lu: mosca, revoloteando y zumbando como mosca, de ahí el chilenismo que se da al galante; Pupuya-puya-puya: chaguales, cardones o maguey (Puya berteroniana, P. venusta); Quiñicaben-quiñecaven: un espino (Acacia caven), espino escogido. Voqui-PAULUNacacia caven 1

También han quedado entre nosotros y enriqueciendo nuestro léxico, nombres propios, tanto de varones como de hembras, y cuyo significado la mayoría de las veces son desconocidos por sus felices poseedores; consignamos algunos de ellos: Caupolican (queupo-lican) piedra negra; Galvarino (cal-hua-rengo): maíz molido; Lautaro (lef-traro): traro (es un ave) veloz; Lincoyan: formaré un ejército, también podría ser: roble blanco; Tucapel: cuello arrugado, tb. cuello como tuca (cereal).

En el pueblo mapuche, las hijas recibían de su padre nombres despectivos, a veces hilarantes: Fresia: nombre inventado por Alonso de Zúñiga, el original era Guden: destetada; Guacolda (huaculu): maíz colorado; Janequeo (caniu-queupu): pedernal con cresta; Llacolen: estar enojada; Millaray: flor de oro. Rayen: la flor; Tegualda: (tregua)-perro, (huala)-ave palmípeda, sin comentarios. Además, y con todo respeto, me atrevo a ofrecer el significado de algunos apellidos que se dan entre nosotros: Cayuqueo: seis pedernales; Guamán- waman (quechua): halcón: Malhue: hombre joven; (Sociedad) Maitahue: donde el maitén (Maitenus boaria Mol.); Maulen: lluvioso; (Sociedad) Milatrehua-Millatregua: perro de oro.

colihuehualaEn nuestro lenguaje diario, solemos utilizar voces conservadas del mapudungún junto a otras aymaraes y quechuas y que designan objetos u otras condiciones, por ejemplo: bochinche: gente alborotada; cahuin-cahuiñ: lugar de reunión; coila: mentira; colihue: planta gramínea (Chusquea quila); coltro-coltrau: renacuajo; cuncuna: gusano, oruga; curiche: hombre negro; chuico-chuyco: tiesto o tinaja cónica, casi sin asiento y de boca estrecha; huachi: trampa; hueñi: muchacho; machitún (voz mal empleada por fiesta): era ceremonia para sanar a un enfermo; malón-maloca-malocan: ataque sorpresivo al enemigo para robar y hacer esclavos, hoy mal utilizada por fiesta de contribución equitativa; mingaco: trabajo compartido o en común; pichi-pichintún: algo pequeño; pilhua: bolsa tejida con vegetales;  pirulín-pirulil: gusanillo; pololo (coleóptero): designa al galante; ulpo-ulpud: bebida de harina tostada con agua fría.

chuicaVoces quechuas son, entre otras: (al) apa: llevar algo sobre los hombros; callampa: hongo comestible; callana: tiesto para tostar granos; cancha: sitio para carreras y juegos; carpa: toldo, tienda; cocaví: fiambres, provisiones para el viaje; cochayuyo: alga marina comestible (Durvillaea antarctica); concho: heces, borra, restos; chacra-chacara: campo labrado y regado; champa: montón de pasto; charqui-charki: carne seca; chaucha: moneda pequeña; china: criada doméstica; chuchoca: choclos maduros de maíz, sancochados, secados y luego triturados; chunchul: intestino; chupalla-chupaya: sombrero hecho de ciertas fibras vegetales; hechona: hoz; huacho: huérfano; huaina: joven, mozo o galán; humita-huminta: tamal (humita); mate-mati: calabaza; mote: trigo, maíz o cebada sancochados en lejía hasta soltar la cáscara; ojota-uxuta: abarca, sandalia; pirca: pared, cerco de piedras; taita-tayta: padre; yapa: lo que se hace o da sin obligación.charqui de pescada

De origen aymara son, entre otras: chiche: pepa de oro; cholo: mestizo, gente de color; guagua: niño de brazos; poruña: fuente de barro o cucharón para sacar mercaderías de cajones o sacos.

No alargamos más este vocabulario para no salir del contexto original del trabajo que es dar un vistazo a algunos términos conservados del mapudungún local. Quedan pendientes otros topónimos que trataremos de encontrar.

A “TAIM KIME CHAO DIOS” (a nuestro buen Padre Dios)

Max Suckel Orellana

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